HISTORIA

La Asociación Mensajeros de la Paz se creó en el año 1962. Es una Obra Social declarada de utilidad pública, de ámbito nacional e internacional y, ha recibido entre otros en reconocimiento a su labor, el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

La principal actividad desde sus inicios fue la creación de hogares funcionales para acoger a niños, niñas y jóvenes privados de ambiente familiar o abandonado, proporcionándoles el medio más parecido posible a una familia en el que desarrollan su vida y formación integral de un modo eficaz, garantizando su presencia en la sociedad sin discriminación y sin marginación.

En la actualidad nuestra Asociación cuenta con 296 hogares funcionales donde tenemos acogidos a más de 2.300 niños y jóvenes. Estos menores proceden de núcleos  familiares rotos o en conflicto, pero las casas de familias no pretenden ser hogares sustitutivos sino complementarios. Por este motivo, la Asociación trata siempre de solucionar la causa por la que el niño ha llegado a la casa, con el fin último de reinsertarle, de nuevo, en su núcleo familiar. Cuando esta reinserción es imposible, la casa de familia se convierte en la única casa del niño hasta su emancipación.

La realidad social y demográfica en España ha cambiado, la población envejece a ritmo creciente. Casi la mitad de los ancianos que residen en las grandes urbes declaran sentirse solos y muchos de ellos viven en soledad, en indigencia y abandono.

Ante esta realidad. Mensajeros de la Paz no se siente indiferente y crea la Asociación EDAD DORADA, en busca de una respuesta adecuada a este gran colectivo.

Por eso el objetivo principal de la Asociación Mensajeros de la Paz es ofrecer un ambiente familiar, con una atención individualizada y adecuada a las necesidades de este sector de la población. Hoy son muchas las personas mayores que estando solas, enfermas o en un total abandono han encontrado el cariño y calor de una verdadera familia.

La Asociación en sus fines estatutarios refleja como objetivo primordial la promoción humana y social de los colectivos más desfavorecidos de nuestra sociedad, como son los menores y los jóvenes en situación de riesgo social; las mujeres maltratadas; los deficientes físicos y psíquicos y las personas mayores que viven en soledad, abandono o indigencia.