Mensajeros de la Paz cumple hoy 51 años de trabajo por una sociedad mejor

Padre Ángel: «Esperaba que los obispos españoles salieran a decir ‘no a la guerra’ junto a los fieles, al igual que salieron a decir ‘no al aborto»

«Francisco es el Papa que esperábamos todos, que esperaba toda la Iglesia»

(Jesús Bastante).- El Padre Ángel García es el presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, organización que nació tal día como hoy, 2 de octubre, hace 51 años en Asturias. Tras toda una vida al servicio de los más necesitados, el sacerdote confiesa que el Papa Francisco le recuerda «al cura de mi pueblo» por su sencillez y su cercanía con la gente, y afirma su rechazo público a la guerra contra Siria, que ha conseguido parar la intervención: «Al igual que el Papa lo hizo,esperaba que los obispos españoles salieran a decir no a la guerra junto a los fieles, como salieron otras veces a decir no al aborto», apunta, y dice que echó en falta que «cuando se celebró la vigilia por la paz en el Vaticano, los obispos de España hubieran hecho lo mismo en las plazas de las catedrales de nuestro país».

Por último opina que Francisco «es el Papa que esperábamos todos», y que «sus mensajes resultan de sentido común dentro de la lógica del Evangelio, donde uno lee que Jesús andaba con los niños y con las prostitutas».

A menudo sus palabras coinciden con las del Papa Francisco, ¿se siente en sintonía con él?

Sí. Yo creo que este Papa es un nuevo San Francisco, y creo que es el Papa que esperábamos todos, que esperaba toda la Iglesia. Es como un cura de los que se mezclan con la gente, de hecho, a mí me recuerda mucho al cura de mi pueblo, que es el primer cura que yo conocí en mi vida. Porque los gestos que tiene él son los gestos de un cura de pueblo, un hombre que cree en Dios y en los hombres, y que intenta acercar a los hombres a Dios. Es un Papa que dice cosas preciosas, que son más que encíclicas, pero que a la vez son de sentido común. Por ejemplo, lo último que ha dicho sobre las parejas de hecho, o cuando ha animado a la gente a que se meta en política y a que sean buenos políticos, cuando nos dijo a los curas y a los obispos que tengamos olor a oveja… Son mensajes que resultan de sentido común dentro de la lógica del Evangelio, donde uno lee que Jesús andaba con los niños, con las prostitutas, etc.

¿Cree que la Iglesia estaba preparada para un Papa así?

Después de tantos años, todavía no sé quién es «la Iglesia», porque a veces, tal como lo decís, parece que la Iglesia sólo es la cúpula. Y no es así: la Iglesia son los niños, las personas que están en las periferias, que viven en las chabolas y en las barriadas… y también los que no están dentro de la Iglesia, que, como dice Francisco, son también Iglesia. Él quiere inventarse maneras para acogerles. No quiere hacer «católicos» o bautizados, quiere hacer feliz a la gente. Eso es, en esencia, lo que es la Iglesia: un lugar donde compartir entre todos.
Yo siempre he creído en la Iglesia del Evangelio, y tampoco hacía falta esperar a un Papa o a un santo para confirmar cuál fue el mensaje de Jesús.

Algunos critican de Francisco que lanza mensajes que contentan a todo el mundo, o que sus gestos son más bien cuestión de imagen. ¿Cuánto hay de auténtico en Bergoglio, y cuánto puede haber de marketing?

Yo al Papa le conocí en Buenos Aires cuando era arzobispo, y es un hombre auténtico. Hay algunos que se quitan la corbata y se ponen a andar en bicicleta para que les vean… pero él cuando era arzobispo ya era como se muestra ahora. Es auténtico. Es como era.
Hay otros que cuando llegan a ser obispo o llegan a ser papa, cambian. Pero él es como era.
Hace menos de un mes estuve en Buenos Aires, y fui testigo de que él llama a unas monjas muy mayores de un hospital de allí, diciendo «Hola, les habla Jorge…». Y no lo hace para la prensa, allí no había nadie. El Papa es así. Y si antes había que creer en el Espíritu Santo, ahora hay que creer también.

¿Qué te gustaría ver realizado como fruto de las reformas que se anuncian en el Vaticano?

Que la mujer pueda ser sacerdote, que el celibato sea opcional… A algunos les ha parecido un escándalo que diga que el celibato no es dogma de fe, pero eso ya lo sabíamos todos. Pero también hay a quien le parece que es un pecado que el Papa diga que si los no creyentes o los ateos obran en conciencia pueden ser también felices. A la gente le parecen cosas de otro mundo, cuando son de sentido común.

Pero esas cuestiones «de sentido común» han sido consideradas por la Iglesia «heterodoxia» (cuando no herejía), durante muchos años

Bueno, es cierta la frase que dice que hay gente que es más papista que el papa. Ahora empiezan a cambiar las cosas porque el menos papista de todos es el propio Papa, que es más cura que Papa.
Creo que ahora la gente en general está muy contenta, hablan mejor de la Iglesia, del Papa y de Roma que como hablaban antes. A nosotros nos han acusado de hacer demagogia cuando pedimos que los conventos cerrados se pusieran a disposición de los pobres… Y ahora el Papa ha dicho que no se puede hacer negocio con eso sino, efectivamente, abrirlos para quienes los necesitan, y no para montar restaurantes u hoteles.

Usted pidió expresamente que ciertos seminarios o conventos, propiedad de la Iglesia, se abrieran como comedores sociales para paliar los efectos de la crisis. ¿Parecería que el Papa le está copiando las ideas?

Antes de llegar este Papa hicimos esa petición, y la Iglesia cedió a Mensajeros de la Paz por ejemplo el seminario de La Bañeza, para adaptarlo y convertirlo en una residencia para mayores o en un hogar para niños.
La Iglesia históricamente siempre fue la primera en dar el paso y acercarse a los leprosos, hacer misiones, reaccionar antes las desgracias… Lo que pasa es que hay una Iglesia opuesta, a la que muchos critican y con la que algunos no estamos conformes, en la queexisten muchos mandamases y otros tantos que están abajo pero, como decía Tarancón, andan siempre mirando al que está por arriba a ver qué dice. Y ese tipo de Iglesia nos puso muchos obstáculos cuando pedimos algún convento o alguna Iglesia para tener abierta las 24 horas del día. Porque siempre hemos pensado que, igual que hay farmacias de guardia, debería haber iglesias abiertas durante todo el día (hay algunas abiertas para adoración nocturna, pero no 24 horas). ¿Por qué se cierran las iglesias? ¿Por miedo al robo? Y de pronto el Papa nos sorprendió otra vez, diciendo: «Quiero que las iglesias estén abiertas todo el día».
Otro tema que tiene que llegar es el de las diaconisas. ¿Cómo es posible que a estas alturas todavía el paso que existe sea sólo el de diáconos, y no diaconisas? Hay madres provinciales, o simples católicas, que tienen la misma aptitud que puede tener cualquier hombre para ejercer la diaconía.

Respecto al tema del celibato, una de las razones funcionales que suele darse es que el sacerdote debe dedicarse plenamente a su comunidad. ¿Le parece válido el argumento?

Yo he estado muchas veces y mucho tiempo en los países de Oriente, y allí los sacerdotes caldeos son casados. Y no pasa nada, no se les descalifica. Como también hay matrimonios fabulosos que van de cooperantes a misiones, y se implican al máximo a pesar de estar casados o tener hijos. Eso no quita nada.
De todas formas, si algo ha demostrado el Papa es que ahora mismo el tema del sacerdocio femenino o del celibato no son los temas más importantes para la Iglesia. Lo más importante es tener el valor, como lo tuvo Francisco, de salir a la Plaza de San Pedro y decir «no a la guerra». Y además, conseguirlo.

¿Cree que la guerra finalmente no se llevará a cabo?

Confío en que no, pero si se llevara a cabo, tendrán siempre en frente al Papa y a la Iglesia. Cuando se celebró esa vigilia tan impresionante en el Vaticano, yo esperaba que lo mismo hubieran hecho los obispos en las plazas de las catedrales de aquí. Esperaba que salieran a decir «no a la guerra» junto a los fieles, al igual que salieron a decir «no al aborto». Tenemos derecho a decir sí o no. Pero bueno, tampoco a nivel civil hubo una gran manifestación de rechazo a la guerra. Igual que hemos visto grandes movilizaciones por parte de la marea blanca o la marea verde, yo esperaba una manifestación en Madrid pidiendo el no a la guerra.

¿Cree que el esfuerzo personal del Papa Francisco y el esfuerzo diplomático de la Santa Sede han conseguido los avances que actualmente vemos respecto al conflicto sirio?

Pues sí. Quizá para algunos no fue prudente o no fue políticamente correcto por parte de la Iglesia rechazar expresamente la intervención en Siria, y en cierto modo Francisco se la jugó. Pero yo creo que se la seguirá jugando, y que seguirá diciendo lo que tenga que decir.
Cuando la guerra de Irak le pedimos al Papa Juan Pablo II que fuera a Bagdad, pero no pudo porque ya era muy mayor. A mí no me extrañaría que, si llegara a darse la guerra en Siria, Francisco cogiera un avión para plantarse allí. Y eso es lo que necesitábamos.

¿Cree que va a poder terminar las reformas que ya se apuntan? ¿Le van a dejar?

Estoy convencido de que sí. Lo único que puede pasar es que el Papa pierda la salud. No tiene nada más que perder, porque cree en Dios y cree en sí mismo. Hay otros que hacen «lo que hay que hacer», pero él hace lo que cree que debe hacer. Y cuando uno cree en lo que hace, eso sale adelante.
Tarancón me dijo «hay que creer en Dios y en los hombres», y yo eso lo he aprendido.

Ahora en octubre se termina el año del 50º aniversario de Mensajeros de la Paz. ¿Hacia dónde va, qué proyectos tiene?

Vamos a ponernos otra vez de rodillas para seguir pidiendo al mundo y a los ciudadanos que aprendamos a compartir lo que tenemos. Que aprendamos que la felicidad consiste en estar cerca de la gente, como dice el Papa.
Mensajeros de la Paz está en más de 50 países, tiene residencias para ancianos, más de42.000 niños en hogares y ahora está haciendo un especial esfuerzo en España por atender a los más afectados por la crisis. Y lo que vamos a hacer a partir de ahora es seguir queriendo a la gente. Eso es Evangelio puro.
El Evangelio cuenta que a Jesucristo el diablo lo tentó muchas veces, pero Él siempre lo desarmó diciendo: «Ama, quiere a la gente. Esto es lo más importante». Y el que esté libre de pecado…

¿Le dicen últimamente que habla usted mucho del Papa?

Sí, pero cada uno habla de lo que quiere. Los que son del Real Madrid hablan del Real Madrid, y los que somos del Oviedo hablamos del Oviedo.

¿Dónde podemos encontrar más información sobre la obra de Mensajeros de la Paz?

www.mensajerosdelapaz.com