Padre Ángel: «Francisco es un líder espiritual del mundo entero»

«Los pobres, los que menos tienen, son los más solidarios»

El Padre Ángel ayuda a los más desfavorecidos a través de su fundación Mensajeros de la Paz, cuya misión explicó ayer en Palma, en CaixaForum. Fue distinguido con el Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994. Hace un canto a la solidaridad de pobres y ricos y califica al Papa Francisco de «líder espiritual del mundo», que ilusiona a la gente y «se lleva de calle a los jóvenes».

¿Qué contó en su conferencia ´La solidaridad como patrimonio´?

Hablo de la solidaridad y cómo ésta no tienes límites. Todos pensamos en los más desfavorecidos.

¿Qué tipo de patrimonio es la solidaridad?

El patrimonio no sólo son los tapices o grandes monumentos. Es la herencia que cada uno tiene de sus padres, entorno, de su pueblo. La solidaridad en esta sociedad en donde hay crisis -que no trajo nada bueno- ha hecho ver que se resalta mucho el entregarse a los demás.

¿Es más solidaria la gente con la crisis?

Creo que había solidaridad antes de la crisis. Cuando uno se pone enfermo grave, se vuelve más humano. Es de tontos tener que pasar por dificultades para ser más bueno. Lo que hemos descubierto estos años es que los pobres, los que menos tienen, son los más solidarios. Pero los más ricos también se ha demostrado que también son solidarios. Hoy en día es muy difícil encontrar a alguien que no piense en compartir. Casi todas las empresas tiene fundaciones para ser más solidarios.

¿Es fácil el camino de su Fundación Mensajeros de la Paz?

Que la tabacalera española dé dinero para ayuda humanitaria en Irak, por ejemplo, éticamente no se vio bien. Lo hemos hecho. Cuando Aznar nos dio subvenciones y aviones para traer a niños heridos de Irak, algunas ONG nos criticaron por colaborar con un gobierno ´asesino´. No habían ido a matar sino a ayudar. Los desarmamos diciendo: «Cuando ustedes dejen de cobrar las pensiones de este gobierno, dejaré de aceptar ayudas». A veces hay demasiado papanatismo. Para hacer el bien a veces no hay que ser tan puritano. Cuando dicen: «Y si lo que damos no llega, yo respondo: lo que no llega es lo que no se da».

¿Cómo está Irak tras el paso de la guerra?

Hace menos de una semana estuve allí. Peor que antes de la guerra y peor que después de que terminara la guerra oficialmente. No hay seguridad. La población se pelea unos con otros y se producen mil muertos al mes. El día que estuve yo murieron 57 personas. Tenemos la esperanza de que salga adelante. Se equivocaron con la invasión pero también en irse antes de asentar la paz allí.

¿Qué opina del Papa Francisco? ¿Era necesario para cambiar la imagen de la Iglesia?

Era imprescindible que llegara a la Iglesia alguien como él que atrajera a los que no creían en la Iglesia. Es un líder espiritual del mundo entero.

¿Lo conoce personalmente?

Coincidí con él tres días más tarde de su nombramiento y recuerdo que les dijo a los 7.000 periodistas cuando acabó la conferencia de prensa: «Voy a pedir la bendición para todos ustedes, para los creyentes y no creyentes, porque habrá muchos aquí que no crean, pero todos somos hijos de Dios». ¡Y sin hacer la señal de la cruz! Es un líder que ojalá pudiéramos tener en política. Ha ilusionado a mucha gente, a los jóvenes se los lleva de calle. El Papa se preocupa por todos. Separados, divorciados. ¿Por qué no se va a poder bendecir a gays o lesbianas como se bendice a los enamorados? «Quién soy yo para juzgar», dijo el Papa.

Algunos acusan al Papa Francisco de actuar de palabra y no de obra.

No solo ha dicho palabras. Ha hecho gestos y acciones. Ha apartado a obispos que tenían palacios. La panorámica de la Iglesia ha cambiado. Lo único que dice es de sentido común, no es un revolucionario. ¿Por qué no poder bautizar al hijo de un separado? Si eso es una revolución, que baje Dios y lo vea.

¿Qué problemas le preocupan?

La inmigración es una causa muy preocupante. Que haya cuchillas en las fronteras es alarmante. Es una medida disuasoria, pero también lo son los tanques. He visto llorar a Durao Barroso en Lampedusa por la muerte de 500 inmigrantes. Es una barbaridad. Le pedí a Rajoy por Reyes que quitaran las cuchillas de Melilla y todavía no lo han hecho. Está prohibido poner cristales en los muros de las fincas, debería pasar lo mismo en las fronteras. Tiene cuatro metros de alto la valla, nadie es capaz de superarla, y si lo hace encima se corta. No son animales ni criminales.

¿Cómo cree que está España?

La gente no solo no llega a fin de mes, sino que no puede pagar la luz o solo come una vez al día, niños malnutridos. Es cierto que en España nadie muere de hambre pero se pasa hambre.

¿Cuándo supo que quería dedicarse a ayudar a los demás?

Cuando tenía 7 u 8 años con la guerra civil se mataban unos a otros. El cura de mi pueblo, don Diego, cuando mataban a gente en el monte siempre iba a ayudar a la familia. A los niños se les pregunta quieren ser médicos, profesores… Yo quería ser cura, no por decir misa, sino por imitar al cura de mi pueblo que lo veía llorar cuando traían a alguien muerto y ayudaba a la gente.

¿En qué proyectos trabaja?

Estamos en 47 países de todo el mundo. Estamos en Filipinas después del ciclón. Ahora nos centramos en España sin olvidar el resto. No se puede dejar de lado a los que estan mucho peor que nosotros. Es una vergüenza que mueran 30.000 niños de hambre cada año.

¿Qué opina del aborto?

El otro día vi algo precioso. Unas chicas acosando al cardenal Rouco y alguien me dijo: «Yo no soy juez para juzgar, no soy médico para negarme a practicarlo, ni soy fiscal para denunciarlo». Son los tres estamentos que tienen que decidirlo. Uno siempre tiene que estar en contra del aborto, no conozco a nadie a favor de matar una vida. Eso sí, hay que estudiar cada caso.

¿Y de la gente que interrumpió la homilía en la Iglesia de San Miguel contra el aborto?

No me parece bien. Hay cosas en las que hay que dialogar. Incluso sin estar de acuerdo, respetar. No se debería imponer tan siquiera esta ley.

José Manuel Vidal,
13 de febrero de 2014 | www.periodistadigital.com